Aunque hayamos tenido una Semana Santa pasada por agua, cada vez estamos más cerca del verano y todavía hay algunas personas que no tienen aire acondicionado o que lo tienen pero lo utilizan en contadas ocasiones. Todo por por no llevarse un buen susto cuando llegue la factura de la luz. Sin embargo, el aparato de aire acondicionado no es de los electrodomésticos que más energía consumen de tu hogar.
Además de esto, hay que tener en cuenta que la mayoría de aparatos son hoy en día altamente eficientes, especialmente los que disponen de bomba de calor y por tanto pueden aportar tanto aire frío como caliente.
Aun así, queremos hacerte diferentes recomendaciones para que este consumo se reduzca todavía más:
–Compra un aparato apropiado: En primer lugar, debes fijarte en que el aparato de aire acondicionado que compres o tengas instalado en tu casa sea lo más eficiente posible. Para ello, comprueba que disponga de una etiqueta de eficiencia energética, a ser posible de la máxima calificación. Además, hoy en día la mayoría disponen de un modo eco, con el que conseguir un ahorro extra. Con este modo lo que se consigue es elevar la temperatura de referencia en verano (modo refrigeración) y bajarla en invierno (modo calefacción) y optimizar así la energía.
–Aislar de forma correcta la vivienda: que tu vivienda disponga de un buen aislamiento puede ahorra tu factura de la luz hasta un 30%. Si las puertas y ventanas están bien aisladas no solo refrescarás la casa, sino que, además, conseguirás mantener una temperatura estable. En verano, con tantas horas de sol, es recomendable contar con toldos y persianas para evitar que se caldee el ambiente.
–La temperatura adecuada: Muchos creen que cuanto más baja se tenga la temperatura más refresca, pero no hace falta tener el aparato a 15 grados. La temperatura llamada de confort y además más eficiente es de entre 20 y 25 grados y una humedad de entre el 45 y 60%. Por cada grado que bajes aumentarás el consumo de luz entre un 6 y 8%. En este sentido es importante también no mantener una diferencia de más de 12 grados entre el exterior y el interior de la vivienda. Y a la hora de instalar el aparato de aire acondicionado, evitar hacerlo en zonas donde le afecte el sol directamente.
–Un buen mantenimiento: como ya te hemos comentado en otras ocasiones es importante mantener el aparato de aire acondicionado en las mejores condiciones. Para ello una limpieza de filtros y revisiones puntuales, te ayudarán a que su rendimiento sea el apropiado y evitar el despilfarro de energía. Klimia ofrecemos este servicio en el que no solo emitimos un certificado obligatorio del mantenimiento, sino que revisamos 13 puntos de la instalación para que no tengas ningún problema de consumo extra, así como alargar la vida del aparato.
–No malgastes de noche: aunque las noches de verano son insoportables, te recomendamos no tener el aparato encendido constantemente. Es mejor optar por el modo nocturno que tienen la mayoría de los aparatos que, regula la cantidad de aire, apagándose y encendiéndose cuando la habitación alcanza cierta temperatura.
–Buena ventilación: ventilar la casa en las horas más frescas o cerrar las puertas y ventanas en las horas de más calor son otros consejos a tener en cuenta para hacer frente al calor.
Siguiendo estos pequeños consejos y escogiendo un aparato óptimo, al que realizaremos las revisiones oportunas, mantendrás a raya la factura de la luz.