La caldera de gasoil suele generar más gastos de lo habitual en su consumo por el elevado precio del combustible y porque se trata de uno de los métodos menos eficiente. En el momento de comprar o alquilar una vivienda es importante que el propietario sea consciente de este gasto procedente de la caldera de gasoil y es recomendable realizar previamente una revisión de la caldera y de la instalación en general. De este modo, el propietario se puede evitar un importante coste en gasoil.
Es interesante saber que el mantenimiento de las calderas en general está regulado por ley, obligando ésta a que un especialista acreditado realice las revisiones periódicas necesarias según la caldera. De hecho, el real decreto 102/2007 del 20 de julio, dice que las calderas de calefacción de gasoil deben mantenerse en perfecto estado de funcionamiento, siendo responsable de su mantenimiento el propietario o el usuario.
Pero no sólo hay que realizar el mantenimiento porque lo dicte la ley, también hay que tener en cuenta la revisión y el mantenimiento de la caldera como una prioridad para la seguridad de los ocupantes de los hogares o instalaciones afectadas, por ahorro energético, por contribuir con la ayuda del cambio climático y emitir menos monóxido de carbono a la atmosfera, aumentando el rendimiento de tu caldera.
Klimia os ofrece una serie de consejos a tener en cuenta para que el funcionamiento de vuestra caldera de gasoil resulte lo más eficiente posible. Si la caldera de gasoil es el método de calefacción que dispones en tu hogar conviene que conozcas las posibilidades de ahorro que te permite este sistema para evitar gastos innecesarios en gasoil.
1.- Revisar el quemador
El quemador es una de las partes de la caldera de gasoil que más información te ofrece sobre el gasto en carburante. Procura revisar el quemador con regularidad para asegurarte de que la combustión es correcta y que el rendimiento de la caldera es óptimo.
2.-Control de las combustiones
Una mala combustión genera pérdidas económicas y de energía. Para detectarlas simplemente hay que mirar si sale humo de la caldera de gasoil negro o blanco. Las calderas de gasóleo llevan una regulación y si el ajuste no es el correcto, por ejemplo, si por el conducto sale humo negro es que en el ajuste de quemador está entrando más gasóleo que aire y si el aire que sale es blanco, es al revés (excesiva entrada de aire).
Habitualmente el humo de las calderas de gasoil es transparente y el usuario no lo ve. Si el humo es negro o blanco estás perdiendo dinero y gastando más gasoil, reduciendo además la vida útil de tu caldera. Una salida de humos limpia permite que sea más eficiente ganando en energía rendimiento del sistema y dinero. En las operaciones de mantenimiento preventivo se realiza un análisis de combustión donde estudiamos mediante un analizador de combustión (ordenador), como está quemando tu caldera y con pequeños ajustes podemos hacer que tu caldera aumente el rendimiento, baje el consumo de gasoil y contamine lo menos posible.
3.- Regula la temperatura del termostato interno de la caldera
Bajar la temperatura de mantenimiento de la caldera hasta 70º o 60º, pero nunca inferior, para evitar dañar los elementos internos de la caldera, es una buena manera de ahorrar en el consumo de tu caldera de gasoil. Regulando la temperatura del termostato interno de tu caldera de gasoil el consumo general mejora y se alarga su tiempo de vida ya que con la temperatura más baja la caldera arranca menos veces y está más tiempo funcionando. Esta temperatura tiene la finalidad de dar la orden de arranque y paro a la caldera para mantener la temperatura deseada. Con ello conseguirás un tiempo de respuesta inmediato ya que, al abrir un grifo o arrancar la calefacción, la caldera ya esté caliente.
4.- Apagar la caldera antes de reponer
Una mala combustión en calderas de gasoil puede generar unos costes innecesarios que podemos evitar. Una de las causas más habituales es no haber apagado la caldera de gasoil antes de reponer. Por este motivo, es muy importante que te asegures de apagar la caldera antes de reponer. Evitarás una mala combustión en tu caldera y, por tanto, evitarás costes innecesarios. En el caso que detectes que tienes que echar gasoil más a menudo que de costumbre, deberías llamar a un servicio de limpieza de caldera de gasoil como por ejemplo klimia.
5.- Revisiones anuales
Las revisiones anuales son fundamentales para asegurar un correcto funcionamiento de tu caldera de gasoil. En Klimia recomendamos que anualmente realices una limpieza de tu caldera en :
- Quemador
- Caja de humos
- Interior de la salida de humos.
Las revisiones anuales detectan posibles roturas o atascos en tu caldera de gasoil que producen que tu caldera no rinda lo suficiente. En los mantenimientos anuales también se procede a cambiar la boquilla inyectora para estabilizar la mezcla que se desestabiliza después de que el orificio de salida se vaya agrandado por el paso del tiempo.
En la revisión anual los profesionales de Klimia se encargan de limpiar los filtros del gasoil para evitar la acumulación de impurezas, de limpiar el quemador de la caldera para quitar todo el polvo y suciedad que pueda tener y de limpiar el interior de la caldera. Una rotura de la chimenea puede generar que los gases que produce la caldera no estén fluyendo correctamente. También es frecuente que las revisiones anuales permitan mejorar el rendimiento de la caldera, ya que proceden a su limpieza interior alcanzando unos pequeños pasadizos por donde pasan los gases quemados hacia la salida de humos y desatascando la salida de gases. Sin una limpieza anual, la vida útil de la caldera disminuye y el consumo de la misma crece año a año. Nos hemos encontrado con distintos casos de calderas de particulares que no se habían limpiado en años y que estaban generando sobrecostes y problemas de combustión porque, entre otros elementos, los retenedores estaban casi obstruidos.
Las calderas de las comunidades de vecinos y de los particulares deben de limpiarse anualmente y esto sistemáticamente porque es la misma limpieza la que garantiza una mayor eficiencia del sistema. En definitiva, una caldera que está cuidada tiene una vida útil mucho más larga y genera menos consumo.