Poco a poco el sistema de aerotermia está más implantado en los hogares de la Safor, la marina y la ribera. Como un sistema de climatización eficiente, ecológico y con un gran ahorro ya sea en la factura de la luz o con el precio de los combustibles para las calderas. Pero al hablar de aerotermia es muy fácil asociarla al suelo radiante, que tanto confort climático aporta en la vivienda, pero la opción de aerotermia con radiadores es una muy buena opción.
Si bien se pueden aprovechar los radiadores del sistema de caldera antiguo, esta es una opción ideal para cambiar la caldera por aerotermia.
¿Qué es aerotermia?
Para quien todavía no sabe que es la aerotermia haremos una pequeña explicación.
La aerotermia es una fuente de energía renovable que, con el uso de la tecnología, utiliza el aire para proporcionar una climatización de máxima eficiencia y confort a las estancias.
Calefacción por aerotermia con radiadores
Estas instalaciones de aerotermia están compuestas por diferentes elementos. La bomba de calor o unidad exterior que se encarga de captar la energía del aire. Seguidamente las tuberías cogen protagonismo para llegar hasta las unidades interiores, acumuladores, que calientan el agua. Por último, unas tuberías distribuyen esa agua a los diferentes radiadores y grifos.
Ventajas
– Su instalación no lleva implícita grandes obras, por lo que no es necesaria una situación de obra nueva.
– La instalación sirve tanto para el sistema de calefacción como para el de agua caliente sanitaria.
– Hablamos de una eficiencia energética y económica. Es una forma sencilla de ahorrar en facturas.
– La aerotermia es respetuosa con el medio ambiente. Una energía limpia e inagotable, donde no se encuentra la combustión de fósiles ni las emisiones de CO2.
Desventajas
– Los radiadores no enfrían, por lo que no serviría como método para confort climático en verano. Pero se puede instalar un sistema para que expulse aire frio.
– Se requiere de cierto espacio para ubicar las unidades exteriores e interiores.
– La aerotermia con radiadores trabaja a una temperatura de unos 65º C, lo que supone un mayor gasto energético. Esto es mayor que en suelo radiante (35º C).
