¿Acaba de llegar la factura de gas y no quieres ni verla? ¿Contienes la respiración antes de abrir la carta? ¡Elemental querido Watson! En Klimia creemos que tienes el síndrome invernal, porque cada vez que enciendes la calefacción padeces imaginando la próxima factura. Pero, no te preocupes, tiene solución. Compartimos contigo una serie de consejos o, mejor dicho, fórmulas de ahorro doméstico que te ayudarán en esta época del año.
El objetivo de Klimia es recomendarte una serie de acciones, además del mantenimiento periódico y la puesta a punto de tu equipo, para evitar daños. Ahí van algunas ideas que estamos seguros que te interesarán:
- No te olvides de extraer el aire de los radiadores. Purgar o sacar el aire a los radiadores, como ya vimos en un anterior post del blog, es necesario al menos una vez al año, cada vez que comienza el invierno, ya que suelen acumular pequeñas burbujas de aire que impiden el paso del calor y, por tanto, no calientan con toda la potencia necesaria.
- Apuesta por una temperatura de confort. Las subidas fuertes de temperatura provocan gastos extras, los 21 grados son suficiente para calentar un hogar. Recuerda que tener calefacción en casa no implica que parezca verano, es mejor ponerse un jersey que llevarse un susto con la factura. Te resultará más sencillo mantener una temperatura óptima con un termostato y ahorrarás entre un 8 y un 13% en tu consumo.
- Programar el encendido puede ser una gran opción. Porque si solo estás en casa unas horas al día dejar la calefacción encendida aunque sea a baja temperatura no sale rentable. Lo mejor es que programes su encendido una hora antes de que llegues a casa, por ejemplo, así estará caliente sin gastar de más.
- ¿Otro consejo? No calientes las habitaciones vacías. Cierra la llave de los radiadores de las habitaciones que no utilices para no derrochar en consumo. Si no lo haces aumentarás tu gasto de forma innecesaria.
- Ponte una caldera de bajo consumo. Si es el momento de cambiarla valora la posibilidad de hacerlo por una más eficiente, como las de condensación. Aunque son una inversión mayor, la reducción del consumo y del importe en tu factura merecerá la pena a la larga.
- Evita cubrir los radiadores. Colocar un mueble cerca o poner ropa húmeda encima para que se seque más rápido no es recomendable si queremos sacar el máximo partido a nuestra calefacción. El consumo será mayor y, sin duda, la factura.
- Recuerda apagar la calefacción por la noche y baja la temperatura si sales de casa. Salvo en casos de frío extremo, no es necesario mantener la calefacción por la noche y nos permitirá reducir el gasto de forma considerable.
- No pierdas de vista el aislamiento. Entre el 25 y el 30% de las necesidades de calefacción de un hogar se deben a pérdidas de calor que se originan en las ventanas, según los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). De este modo, es necesario comprobar que la vivienda cuenta con sistemas de aislamiento adecuados que no dejen entrar el frío.
- ¡Y una de las más importantas! Revisa tu caldera. En Klimia entendemos que un buen mantenimiento permitirá que tu caldera funcione con el máximo rendimiento y evitará que se produzcan problemas importantes en el futuro.
Así que… ¡no dudes en llamarnos al 960 88 58 29 / 671 416 139! Estaremos encantados de ayudarte y atenderte las 24 horas de los 365 días del año. Y, sino, acércate por la calle Colón, número 20 y cuéntanos en persona tu duda o haznos una consulta. ¡Te esperamos!